Moda retro-futurista: ¿cómo deberían ser los automóviles del 2040?

Hace dos o tres décadas, el siglo XXI era el futuro. Supuestamente íbamos a estar manejando autos voladores, tratando con clones, y robots súper inteligentes. Sin embargo, desde aquí, el horizonte parece mucho más aburrido de lo que las mentes del pasado imaginaban.


Hay quienes dicen que un buen auto es aquel que logra transportar confortablemente a todo destino y por supuesto que lo haga de forma económica. Pero, basta ponerse a pensar sólo unos minutos en cómo serán los diseños de automóviles en unos 30 años más, para darse cuenta que muchas de las características que posea este imaginario modelo, serán tecnológicos, extravagantes y poco realistas.

Justamente eso logra el retro-futurismo, por un lado, se trata de un esfuerzo por capturar a personas con distintos pensamientos hacia los automóviles, y por otro, recopila elementos que fueron distintivos y característicos de lo que se pensaba en las décadas del 50' y 60' principalmente sobre autos del futuro. La idea central es llevar esos rasgos del pasado a la actualidad y a lo que está por venir en términos de nuevas tendencias de styling.

Se habla principalmente de las ideas que se tenían sobre cómo esperaban que fuesen los automóviles en 2010. Bueno, ya estamos en el 2009 y nada de eso ha pasado. Hace dos o tres décadas, el siglo XXI era el futuro. Supuestamente íbamos a estar manejando autos voladores, tratando con clones, y robots súper inteligentes. Sin embargo, desde aquí, el horizonte parece mucho más aburrido de lo que las mentes del pasado imaginaban.

La innovación es un punto central en lo que a formas de diseños retro-futuristas se refiere, lo que es un gran riesgo al ser juzgada con gran subjetividad, por lo tanto, tampoco es factible asegurar el éxito en un 100%.

Algunos lo confunden con campañas de empresas automovilísticas actuales, pero no es algo tan simple, ya que los autos de producción masiva con características retro, que no es lo mismo que retro-futurista, sólo traen elementos que distinguieron a modelos anteriores, que fueron exitosos y se mantienen presentes en la memoria del mercado de consumidores. Juegan con los sentimientos de nostalgia como un factor más dentro de la estrategia comercial, y que ha resultado ser muy exitosa, siempre que se siga manteniendo en la misma línea de exclusividad y no se masifique, puesto que allí radica su principal valor agregado.

Lo que una empresa vende porque está de "moda", también lo hará el otro fabricante por la misma causa; donde resulta más eficaz utilizar recursos comprobados en el mercado, que arriesgar. Cabe destacar que en ocasiones es posible observar vehículos muy similares en apariencia, porque comparten plataformas con el objetivo de reducir drásticamente los costos de producción. Tal es el caso en Europa entre BMW y Rover, Renault y Nissan, o en EE.UU. Chevrolet, Pontiac y Oldsmobile.

Todo lo mencionado, hace aún más complicada la labor de las personas que apoyan y realizan intentos por impulsar el retro-futurismo. Lamentablemente, lo que no tiene es diversificación, no hay posibilidad de conseguir algo que no sea lo que las grandes corporaciones imponen como producto que teóricamente satisface las necesidades de ese cliente.

Fuente: Altonivel.com.mx

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