jueves, 30 de octubre de 2008

Ciudades para hacer negocios

Publicado por Alto Nivel en 9:34

¿Aguascalientes, el Valle de México, Chihuahua? ¿Cuál será la mejor ciudad para invertir, hacer negocios disfrutar de una calidad de vida razonable? El resto es seleccionar la metrópoli que sume las mejores condiciones.

No. No se trata de un tema sencillo cuya elección dependa de un clima benigno y comida sabrosa. Si esos fueran los criterios, no existirían los grandes centros automotrices de Hermosillo y nadie querría vivir y trabajar en Mexicali, dos ciudades con más de 40 grados centígrados y donde no se puede dormir sin aire acondicionado.

Hay negocios que requieren grandes terrenos o cercanía a los mercados de consumidores; quizá abundancia de agua o de cebada, o ambas cosas si se trata de una cervecera. Hay empresas que valoran y prefieren los gobiernos eficientes y respetuosos del medio ambiente, porque ésa es su ventaja competitiva. Al final, cada quien debe encontrar un espacio bajo el sol y es mejor que lo haga con inteligencia.

Un país que se vuelve regiones
Acusado durante décadas de tener una economía centralizada en la ciudad de México, el país lentamente se encamina hacia el desarrollo regional. Atrás quedó la época del “desarrollo estabilizador”, cuando las fronteras comerciales estaban cerradas, las industrias nacionales protegidas y el gobierno federal era árbitro, empresario, socio y aval de las grandes iniciativas productivas. Entonces se fundaron las grandes industrias mexicanas, se forjaron los liderazgos y se construyeron las fortunas familiares.

Pero con la apertura comercial, la profesionalización de la toma de decisiones y el fortalecimiento de algunos estados, el centro de gravedad se pulverizó en distintos polos regionales, al punto que estados y ciudades compiten entre sí por atraer inversiones nacionales.

Nuevo León es el mejor ejemplo de esta sana y natural descentralización del
poder, las finanzas y el management. A la zaga van las ciudades de la frontera
norte, algunos puertos –entre los nuevos y los consolidados– y ciudades del Bajío y cercanas a la capital.

Todo depende del giro y las exigencias
Pero, ¿cuáles son en este momento los más atractivos polos de desarrollo para hacer negocios e inversiones? ¿Existe alguna forma razonada para determinarlos? La respuesta está marcada por un “depende”, palabra que connota una enorme gama de posibilidades. Mientras algunos empresarios sólo estarían interesados en invertir en un área con infraestructura sólida y un mercado de buen tamaño, otros irían a espacios menos servidos o con demandas por satisfacer.

No creen lo mismo quienes están en el turismo, autopartes, educación, salud o metalmecánica. No piensan igual quienes desean exportar a Norteamérica o Asia, atraer turistas europeos o fabricar los productos de consumo masivo que requieren los mercados urbanos aledaños.

Las cinco mejores ciudades
¿Es igual de atractivo vivir en una ciudad mediana que en una megalópoli? Éste es sólo uno de los factores que hace tan difícil elaborar listas y selecciones de las mejores ciudades. Por tanto, uno de los esfuerzos más interesantes para graficar la competitividad y buen ambiente de negocios es el Índice de Competitividad Urbana que hace el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO, www.imco.org.mx), donde se analizan 71 zonas urbanas en función de 10 parámetros, entre ellos un confiable sistema de derecho; sociedad independiente, preparada y sana; economía dinámica; gobierno eficiente; sectores económicos con potencial; precursores de clase mundial y manejo sustentable.

Los resultados, si bien orientadores, no son definitivos para todos los giros y tamaños de empresa. Tijuana, por ejemplo, encabeza la lista en “relaciones internacionales” y “sectores económicos con potencial”, pero no figura en el ranking final; Macuspana, en Tabasco, lidera otras dos categorías, aunque tampoco aparece. Para este ejercicio, Alto Nivel realizó un cruce estimativo entre varios estudios sectoriales, incluyendo el del IMCO, la investigación sobre las mejores ciudades para vivir de Encuesta Mitofsky y el Plan Nacional de Infraestructura 2006-2012 (PNI), que prevé la realización de 300 grandes proyectos de inversión en carreteras, energía y petróleo, ferrocarriles, puertos y saneamiento.

Aguascalientes
Es una estrella en ascenso: encabeza la lista de las zonas urbanas con más alta competitividad del IMCO y muchos estudios valoran el excelente balance de los factores económicos, urbanísticos y sociales, incluyendo la competitividad y la alta calidad de vida.

También destaca su cercanía con mercados urbanos del Bajío (León, Guanajuato, Celaya y sobre todo Guadalajara), la infraestructura y el tamaño de la mancha urbana (que ya incluye el municipio contiguo de Jesús María). Con cerca de 800,000 habitantes, se estima que en 2030 su población llegará a los 1.3 millones.

La entidad despertó a las inversiones en los años 80. Durante una década, su tasa de crecimiento económico ha sido más alta que la del país. Al igual que Querétaro se ubicó en 5.5% anual, siendo mayor a la de otras entidades. Incluso superó a estados de la frontera norte, cuya tasa se situó entre 3.8% y 4.4% anual.

Aguascalientes es una ciudad moderna pero conservadora, con un ambiente de negocios favorable y gobiernos eficientes sin ser estridentes. Cuenta con una población joven y educada y aprovecha bien su ubicación geográfica, a mitad de camino entre el gran imán del valle de México y las poderosas economías del norte.

Chihuahua
Fue la segunda mejor calificada en el Atlas de ciudades competitivas de México 2007, elaborado por la secretaría de Economía (SE) y el Centro de Investigación y Docencia Académica (CIDE). Es otra valiosa combinación de factores positivos: gobiernos estables, tradición industrial y minera, buen ambiente de negocios y gente leal y trabajadora. A su tamaño medio hay que añadir una rica historia, valores y cierto espíritu luchador que le han valido una excelente reputación.

La cercanía de Chihuahua a la frontera no es un punto en contra y su crecimiento ha sido moderado. De esta manera no ha debido pagar el alto precio urbanístico y social de ciudades con un desarrollo explosivo y desordenado (tiene 760,000 habitantes contra 1.4 millones de Ciudad Juárez). Durante cuatro años, Chihuahua ocupó el primer lugar en el Índice de competitividad social del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en México.

De todos los sectores, el que puede catalogarse como una verdadera revelación es el turismo, sobre todo gracias a los viajeros que hacen el recorrido del Chepe (el ferrocarril Chihuahua-Pacífico), cuyo último destino suele ser la capital del estado. Con casi medio siglo de historia, 37 puentes y 86 túneles, 656 kilómetros de longitud iniciando en Los Mochis y una remodelación a su flota hace apenas una década, el Chepe recorre espectaculares paisajes, como las Barrancas del Cobre, Cuauhtémoc (la comunidad menonita más grande del mundo) y la sierra Tarahumara.

Desde que fue designado como una de las 13 Maravillas de México, El Chepe aumentó en 20% su flujo de turistas, que en 2007 superó los 300,000 visitantes.

Mérida
Blanca y señorial, Mérida es sede de corporativos y empresas agroindustriales, comerciales y de servicios. Ahí no le hace sombra el rápido desarrollo de Cancún y la Riviera Maya, pues sigue siendo la ciudad más carismática del sureste y el centro político, cultural y de servicios de la región.

Beneficiaria de las obras del Plan Nacional de Infraestructura (las cuales suman 61,700 mdp en la región, entre ferrocarriles, carreteras y puertos multimodales), Mérida tiene potencial debido a su cercanía relativa con los puertos estadounidenses en el Golfo (Galveston, Florida) e incluso Cuba. También se le ha proyectado una industria médica que atienda pacientes del sur de México y Centroamérica.

Si bien Progreso es un puerto atractivo para negocios industriales, la relativa fragilidad del medio ambiente restringe las operaciones en gran escala y promueve las de bajo impacto. Así, para grandes despliegues e industrias que ocupan mucha gente, energía y materia, las opciones más claras son Veracruz, Villahermosa y las ciudades petroleras del Golfo.

Monterrey
No poco podría decirse para calificar la competitividad, empuje y notoriedad de Monterrey, faro de extraordinario potencial para inversiones, tecnología y los negocios. A pesar de su enorme dinamismo, ofrece una buena calidad de vida y un ambiente amigable.

No es casual que de aquí hayan salido firmas mexicanas mundiales: Cemex, Vitro, Alfa, FEMSA y el Tecnológico de Monterrey, cuya misión era educar a los profesionales que se requerían. De Monterrey salió Soriana y también nacieron las tiendas Oxxo. Además, con los años ha recibido importantes inversiones y ahora posee atractivos culturales y turísticos e incluso movimientos artísticos, sobre todo en la plástica y la música. No es un mal lugar para vivir, a pesar del clima extremoso, y la comida es sabrosa.

Valle de México
Fue y seguirá siendo por mucho tiempo el principal centro económico y político de la república, y esto a pesar de que la mayoría de las industrias manufactureras han emprendido el exilio hacia la periferia y otros lugares. Más allá de la metodología estadística o geográfica, la región requiere análisis detallados, debido a la creciente movilidad de las inversiones y a la modificación en las superficies dedicadas a la industria, la logística, los servicios y el uso residencial. Si las plantas de procesos se han retirado, sus espacios van siendo ocupados por bodegas y almacenes logísticos.

Un hecho anecdótico pero significativo es que los jardines que existían frente a la planta de Ford en Cuautitlán, sobre la autopista a Querétaro, ahora son ocupados no por una expansión de la armadora sino por un centro comercial. ¿Será este el destino de la Industrial Vallejo, con sus anchas calles atarantadas por los trailers? ¿O podría convertirse en una “ciudad tecnológica”, como se espera de Ferrería?

El hecho es que el valle de México está sometido a una tensión extrema en términos de inversión, recursos naturales e infraestructura. Las grandes fábricas han emigrado (Chrysler, General Motors) y las que permanecen seguirán su camino porque ya no tienen posibilidades de extenderse. Los espacios liberados son disputados por los usos residenciales, pero también por la entrada de inversiones con nuevas propuestas.

Así, éstas son las cinco ciudades –diez, si consideramos las alternativas– para hacer negocios en México. Ahora bien: el reto de determinar cuáles son las mejores para vivir, invertir y hacer negocios ha sido complejo y depende de sus intereses. No todas las empresas quieren o pueden pagar oficinas en Santa Fe y, por lo mismo, no todas las fábricas necesitan estar en el norte o cerca de los centros de consumo.

Muchas maquiladoras, sobre todo textiles y de confección, pasaron de la frontera norte a Yucatán, donde han encontrado un ambiente muy propicio. Algo importante podría ocurrir en Punta Colonet, al sur de Ensenada, donde ahora no hay gran cosa, pero que en los próximos años albergará un puerto de contenedores, con industrias e infraestructura, y la cabecera de un ferrocarril enteramente nuevo que llegará hasta Mexicali. La inversión, de 35,000 mdp, incluye un aeropuerto de carga en Ensenada, lo que ayudará a aliviar la saturación de los puertos del sur de California.

No todas las ciudades aparecen en las listas de las mejores o las preferidas. El IMCO reconoce 71 zonas urbanas con un potencial de negocios, muchas de alcance local. Por eso la instalación de un nuevo negocio o la radicación de inversiones es estratégica en alto grado. En una época de crisis energética, por considerar un tema coyuntural, las distancias y los transportes cobran nuevo valor. Y lo mismo vale para el tipo de mano de obra, infraestructura o materias primas que se necesiten, o que demande el mercado. México tiene un lugar para que cada quien haga su apuesta.

OTRAS CIUDADES PARA HACER NEGOCIOS

Cuernavaca
Como no ha participado del desordenado crecimiento del valle de México, modula su expansión sin pagar un alto precio. Si su excelente clima y cercanía la convirtieron en un reducto para el fin de semana de los capitalinos, su vocación económica independiente se consolidó con importantes zonas industriales y de servicio que atienden sus propias necesidades (CIVAC y Emiliano Zapata).

Guadalajara
Con una evolución dispareja, recientemente ha mostrado vocación por las industrias de alta tecnología, electrónica e ingeniería avanzada, para lo cual posee parques y campus industriales. Sin embargo, buena parte de su actividad está vinculada con las agroindustrias, el comercio y los servicios. Centro urbano del occidente y un poderoso imán con universidades, también presume recursos turísticos y equipos de futbol.

Los Cabos
Al igual que Cancún, es otro extraordinario centro de turismo internacional, con un acelerado ritmo de inversiones y la posibilidad de incorporar los servicios para los baby-boomers de Estados Unidos y Canadá. Su relativo aislamiento con el resto del país, lejos de ser un obstáculo, es una válvula para el control del crecimiento.

San Luis Potosí
Como Querétaro y otras ciudades del Bajío, comparte su vocación industrial, su estabilidad económica y la cercanía a los mercados y a las grandes rutas de mercancías desde y hacia la frontera norte. A las inversiones de las automotrices hay que sumar una industria aeronáutica y espacial que requiere instalaciones, técnicos e infraestructura de muy alto nivel.

Tijuana y Veracruz
Representan oportunidades en casi todos los giros, pues allí coexisten las industrias manufactureras y de procesos, los grandes flujos comerciales (fronterizos en Tijuana, portuarios en Veracruz), así como los servicios, el comercio y el turismo. El crecimiento arrollador de Veracruz se manifiesta con su expansión hacia la zona de Boca del Río y, en el futuro, se podría beneficiar con el desarrollo de la industria petrolera y petroquímica: sólo Cantarell requiere 140,000 mdp y Chicontepec un monto similar

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